CARTA DEL PARROCO DEL MES DE JUNIO DEL 2010

CARTA DEL PARROCO DEL MES DE MAYO DEL 2010

“¡ ALTO …ESCUCHA ¡ ¡ SHEMA LIMA NORTE ¡”

Queridos Hermanos:

En nuestra realidad con frecuencia se perciben cambios acelerados en todos los ámbitos de la vida. Así vemos por ejemplo la presencia de nuevos celulares incluso con televisión, o cada vez más pequeños y sofisticados que nos permiten tener acceso a Internet también, lo mismo ocurre con la televisión digital, y otros inventos y adelantos que si bien nos permiten tener una vida más cómoda y fácil, sin embargo por otro lado, también nos aíslan de los demás, de nuestro entorno familiar y amical, o nos hacen mas sedentarios en la medida que ya no tenemos que movilizarnos o caminar para visitar a las personas, pues el teléfono o el control remoto “hace las cosas por nosotros”.

También nos damos cuenta que en nuestra sociedad emergen nuevos actores sociales con nuevos estilos de vida, maneras de pensar, de relacionarse y de sentir, entre estos podemos contar a las pandillas juveniles, los jóvenes que siguen modelos o formas de vida extranjeras, que tienen incluso sus propias formas de comunicarse al interior de sus grupos.

También podemos mencionar que en estas formas de relacionarse predomina muchas veces el egoísmo, la indiferencia, el individualismo, prejuicios o subjetivismos todo lo cual lleva al aislamiento, pues nos cuesta compartir con los demás lo que somos y lo que tenemos.

Frente a esta situación podemos darnos cuenta que la Iglesia siempre ha vivido y desarrollado un estilo de vida comunitario eso lo podemos ver en los conventos y en todas las congregaciones religiosas o incluso los movimientos laicales.

La misma Palabra de Dios nos dice como las primeras comunidades cristianas “eran asiduos a la escucha de la Palabra, y la Fracción del pan, compartiendo todo lo que tenían….” del mismo modo nuestra parroquia, en los sectores y en las familias que la componen debe ser un lugar propicio para vivir la fraternidad y la solidaridad, ayudándonos mutuamente y compartiendo nuestra fe en cada acontecimiento de la vida diaria.

tenemos que esforzarnos en escuchar a los demás cuando nos lo pidan o lo necesiten, pues ESCUCHANDO COMPARTIMOS LA VIDA a menudo puede suceder que un minuto de nuestro tiempo, puede servir para ayudar al otro, y este compartir de la vida debemos empezarlo por nuestros familiares, quienes pueden sentirse solos porque no son escuchados; por eso detengamos y prestemos atención a quien lo necesita, pues Jesús hará lo mismo por nosotros cuando recurramos a El.

Tu Amigo Padre Roberto.