CARTA DEL PARROCO DEL MES DE ABRIL DEL 2010

CARTA DEL PARROCO DEL MES DE ABRIL DEL 2010

Queridos Hermanos:

En este tiempo de Pascua, celebramos el triunfo de la Vida sobre la Muerte, el triunfo de Cristo sobre el pecado, quien nos invita a celebrar y dar vida en cada una de nuestras acciones y especialmente a nuestros hermanos que sufren y no conocen a Dios.

Una forma en que se niega la Vida que nos trae Cristo, es cuando nos negamos a comunicarnos con los demás, es decir al no escucharnos caemos en el individualismo que destruye las relaciones humanas, el compañerismo, la solidaridad y amistad.

Cada vez que nos dejamos llevar por prejuicios, por chismes, causando peleas, maltratos, tristezas, y enemistades, estamos negando la imagen de Cristo en cada uno de nuestros hermanos, y no estamos siendo testigos de la Vida y de la Resurrección, lo mismo sucede cuando los hijos no se sienten escuchados por sus padres y viceversa, o cuando no se sienten integrados o reconocidos como familia.

Del mismo modo aún en los grupos parroquiales, no estamos anunciando a Cristo, el Señor de la Vida, cuando tenemos falta de afecto, por rivalidades, celos por los cargos que ocupan otras personas, haciendo que no haya una actitud de escucha y mutuo reconocimiento.

Jesús nos invita en el Evangelio a brindar afecto, escucha y atención a los demás, pues El conocía a sus ovejas y ellas lo reconocían también a El; también los discípulos de Emaús al escuchar a Jesús, lo reconocen como alguien importante para su vida, cambian de actitud y se alegran de encontrarnos, y salen contentos a comunicar que se habían encontrado con el Señor.

El Señor también nos pide a cada uno de nosotros celebrar la Pascua, conociendo y reconociendo a nuestros hermanos, esforzándonos por escucharlos, por prestarles atención y cariño, porque no podemos decir que amamos a Dios a quien no vemos sino amamos a nuestros hermanos a quienes vemos.

Esforcémonos pues así como Dios nos escucha y nos conoce. en escuchar a los demás, para conocerlos realmente, y decirles: ¡CUANDO TE ESCUCHO, TE CONOZCO!

Tu Amigo Padre Roberto.